viernes, 28 de mayo de 2010

Compartir la Palabra



Alumnos de la Provincia se convierten en promotores de lectura a través de proyectos educativos implementados desde sus escuelas.
Jorge Luis Borges, quien se consideraba ante todo un lector, solía decir: “Uno no es lo que es por lo que escribe, sino por lo que ha leído”. Sintetizaba así la importancia de la lectura en la vida del ser humano.
Lo que el escritor consideraba relevante, para maestros y pedagogos se ha convertido en un reto: entusiasmar a los alumnos en la lectura. Porque leer “es más que descifrar, es construir sentido”, como señala la escritora Graciela Montes en su libro La gran ocasión, la escuela como sociedad de lectura. Para lograrlo, ponen en práctica los más diversos proyectos. Entonces aparecen ejemplos como los emprendidos en las escuelas primarias Nº3 “Sargento Cabral” de Chascomús y Nº10 de Martínez, partido de San Isidro: El imbatible y El club de pequeños narradores, y La 10 te cuenta, respectivamente. O como también sucede en la Escuela Nº18 de General Rodríguez.
María Páez, directora del establecimiento de Chascomús, afirma: “En estos momentos en que al chico le cuesta tanto leer, atraído por la televisión o la computadora, es esencial volver al libro y promover la lectura. Nuestra escuela trabaja mucho en esto”. De ello dan cuenta las alumnas Tamara Llampayas y Aylén Goce, ambas de 6º grado, quienes dramatizaron el cuento Las hadas brillan en la oscuridad y aseguran “sentir felicidad” cuando narran y comparten la lectura con otros.
El imbatible, uno de los proyectos en cuestión, es un concurso de preguntas y respuestas sobre una novela, para los alumnos del segundo ciclo y El club de pequeños narradores, está destinado a los chicos de 1º a 6º. En este caso, un grupo de alumnos de la institución es preparado por la profesora Mirta Mércuri y la bibliotecaria, para narrar pequeñas historias y compartirlas con otras instituciones o en los actos, dentro o fuera de la escuela. Incluso han narrado en los stands de la Feria Internacional del Libro.
“Trabajamos con toda clase de libros. El año pasado, para uno de los actos escolares en la plaza central de Chascomús, los chicos eligieron anécdotas sobre las virtudes del General San Martín. A veces prefieren novelas históricas o cuentos infantiles”, cuenta Mércuri.
En El imbatible, la otra iniciativa, se selecciona una novela y se invita a todas las escuelas del distrito a participar, y cada una aporta una terna de alumnos que puedan responder preguntas sobre la novela elegida. Un jurado –integrado por profesoras de Lengua y Literatura e inspectoras- evalúa las respuestas. El año pasado, los chicos trabajaron con la novela Frin, de Luis Pescetti, cuya trama se desarrolla en una escuela.
LA 10 TE CUENTA. En la Escuela Primaria Nº10, de la localidad de Martínez, se gestó un club de narradores bajo el nombre de Escuela, lugar de encuentro. Este proyecto “comenzó siendo Una voz que late, porque es la voz de la lectura, de la palabra mediadora. La 10 te cuenta poesías, narraciones, y los chicos van con esa palabra a las más diversas instituciones”, explica la directora Adriana Padín, quien señala que “se trata de un taller donde los chicos a los que les gusta narrar se preparan con la profesora de
Lengua, Graciela Sarcone. Disfrutan mucho y me piden que los lleve a otras escuelas a contar”, y remarca que dos años consecutivos fueron a la Feria Internacional del Libro.
“La intención es promover la lectura y establecer un proyecto solidario, porque es llevar la palabra, compartirla con otros. Vamos a otras escuelas, a las radios, a las librerías. La lectura es creatividad, alimenta el espíritu y a los demás, a los que escuchan. Es participar, promover un evento cultural, la escuela mueve cultura, mueve lectura, nos moviliza, mueve a los otros porque los contagia y les transmite emociones, sentimientos. El taller de narradores tiene cada vez más integrantes. Vamos a incorporar a los chicos del primer ciclo, ya que hasta ahora trabajábamos con segundo ciclo”, apunta con entusiasmo.
La palabra de los alumnos, los verdaderos protagonistas, merece escucharse. Ellos cuentan que “la propuesta se vuelve más interesante aún con la presencia de los escritores en la escuela. Estar con el escritor, poder preguntarle, genera un interés distinto” y recuerdan que el año pasado organizaron un café literario, al que asistieron las escritoras Cristina Majú y Paula Bombara y, en una ocasión anterior estuvo Norma Huidobro. Precisamente Huidobro es la autora de Un secreto en la ventana, uno de los libros que los chicos leyeron durante el año.
“El chico que lee, escribe. Y si tenemos escritores y lectores, no vamos a tener chicos violentos, vamos a tener chicos con una creatividad y un espíritu que es el que realmente buscamos”, señala Padín.
“Desde lo pedagógico –agrega- los formamos para que puedan escribir. El chico lee y reproduce, puede entender, comprender, establecer un diálogo, investigar. Estamos sembrando para que en la escuela secundaria sea un chico que pueda leer, investigar, tomar nota”.
Catalina Fuentes, alumna de 4º B, está ansiosa por ingresar al club de narradores. Dice que le pidió a la maestra que le permitiera empezar porque “me parece que cuando vos leés, aprendés”.
LA LECTURA COMO REFUGIO. Por su parte, Claudia Guerra, directora de la Escuela Nº18 de General Rodríguez, comenta que “a la hora del aprendizaje y de relacionarnos con otras personas, incide lo que tenemos para contarles a los demás y cómo nos hacemos escuchar; cómo retomar el valor de la palabra, aspecto que abordamos en la narración. O sea, cómo tomar la palabra para decirle a los demás, para expresar lo que sentimos, lo que nos gusta, contar quiénes somos y posicionarnos frente al mundo”.
La escuela está emplazada en una zona urbana marginal, de contexto rural, y en un barrio distante del centro, donde los días de lluvia hay que transitar casi dos kilómetros por el barro. Los chicos se ven impedidos de disfrutar de las otras actividades culturales, deportivas o recreativas que sí hay en el centro. Entonces, la escuela se convierte en el lugar donde surgen las posibilidades recreativas para ellos, que encuentran un refugio en el mundo de la lectura que les proporciona la institución.
“Por eso convocamos a narradores a contarles cuentos a los chicos, invitamos a las familias a contar cuentos. Incluso los alumnos más grandes, que vienen al turno de la mañana, vuelven a la tarde a contarles cuentos a los más chicos”, agrega la directora, y acota que los más pequeños prefieren los cuentos de terror, de brujas, de miedo; mientras
que los más grandes se inclinan por los de humor, en su mayoría. Y los autores preferidos son Luis María Pescetti y Silvia Schujer, entre otros.
“El año pasado inauguramos un rincón de lectura –explica- con la intención de funcionar como una biblioteca escolar abierta a la comunidad. Pero, además, generamos actividades promotoras de lectura no sólo para los alumnos, sino también para las familias que participaron e incentivaron a sus hijos. Vinieron hermanos, tíos a compartir esas actividades, adentro o fuera del aula, porque enfrente tenemos una hermosa plaza con árboles donde armamos fogones de lectura”.
Muchas son las explicaciones que pueden darse acerca de la importancia, ventajas y bondades de la lectura. La investigadora Delia Lerner sostiene que “leer es adentrarse en otros mundos posibles, es indagar en la realidad para comprenderla mejor, es sacar carta de ciudadanía en el mundo de la cultura”.
De vuelta, Graciela Sarcone, coordinadora del taller de narración de la Escuela Nº10 de Martínez, considera que narrar “a los chicos les autoriza poder hablar, decir sus cosas, compartir la palabra. Enseñar a narrar es darle la palabra a los chicos que a veces la tienen limitada. Los adultos creemos que lo sabemos todo y a los chicos hay que escucharlos más”.
Quizás una buena descripción de la condición de lector y el placer que brinda la lectura, y esos mundos en los que permite adentrarse, sea una reflexión de Gabriel García Márquez. En una entrevista brindada al diario El País, de España, el célebre colombiano afirmó: “Debo ser un lector muy ingenuo, porque nunca he pensado que los novelistas quieran decir más de lo que dicen. Cuando Franz Kafka dice que Gregorio Samsa despertó una mañana convertido en un gigantesco insecto, no me parece que eso sea el símbolo de nada, y lo único que me ha intrigado siempre es qué clase de animal pudo haber sido. Creo que hubo en realidad un tiempo en que las alfombras volaban y había genios prisioneros dentro de las botellas. Creo que la burra de Ballam habló –como lo dice la Biblia- y lo único lamentable es que no se hubiera grabado su voz, y creo que Josué derribó las murallas de Jericó con el poder de sus trompetas, y lo único lamentable es que nadie hubiera transcripto su música de demolición. Creo, en fin, que el licenciado Vidriera de Cervantes- era en realidad de vidrio, como él lo creía en su locura, y creo de veras en la jubilosa verdad de que Gargantúa se orinaba a torrentes sobre las catedrales de París”.
“Es un sentimiento”
Lejos de esa pasión de multitudes que representa el fútbol, Laura Fernández, alumna de 6º de la Escuela de Educación Primaria Nº10 de Martínez, partido de San Isidro, dice que lo suyo por la narración también “es pasión, es un sentimiento”.
“Cuando me enteré que se había abierto un taller de narración en la escuela me interesó porque me gusta leer, escribir cuentos. Cuando narro me gusta transmitirles a los chicos sensaciones, que puedan conocer todo aquello que no es fácil conocer. La lectura da esa posibilidad, entrar al mundo de la literatura es entrar a otro mundo”, dice Laura.
Entre los autores favoritos de esta chica de 11 años, que comenzó en el oficio de narrar a los 9, aparecen Adela Basch y las bonaerenses Ema Wolf y Paula Bombara. Cuenta que en el taller de narración aprendió los secretos de la entonación y el énfasis de las frases.
Si bien aún le falta mucho para ingresar al mundo adulto, Laura piensa que el de la narración puede ser una futura salida laboral. Asegura que le gustaría dedicarse a narrar cuentos. “A veces lo pienso, me interesa, por ahí llego a ser narradora”.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Escuchando atentamente


15º Encuentro de Narración Oral en la 36º Feria del Libro Buenos Aires

El domingo 2 de Mayo estuvimos nuevamente participando por tercer año consecutivo del 15º Encuentro Internacional de Narración Oral en el marco de la 36º Feria del Libro en el espacio para escuelas "Los jóvenes también cuentan". Nuestro grupo de narración oral "La 10 te cuenta" fue representado por el ex-alumno Agustín Bustos y la alumna de 5º Catalina Fuentes.